domingo, 5 de febrero de 2017

Si pongo un circo me crecen los enanos

...y además fichan para jugar en la sección de baloncesto del Far$elona y ganan la Copa de Europa de eso del fútbol con las manos y con canastas. Como lo oyen. Pocas horas habían pasado desde que escribí la entrada en la que anunciaba al mundo la resurrección de este sacrosanto blog, a la espera estaba yo de que finalizase el choque liguero entre los nuestros y los otros, con el fin de pergeñar mi crónica sobre tal evento, y resulta que se suspende el encuentro. Se jugará Dios sabe cuándo, porque así se hacen las cosas en este país. Quedemos bien ante quienes tenemos que quedar, que ya se ocupará otro de arreglar el desaguisado. Lo asombroso no es que el gobierno permanezca en actitud pasota frente a las fuerzas centrifugadoras que amenazan la patria, qué va, lo asombroso, alucinante y estupefaciente a partes iguales es que España lleve dos mil años perdurando con esta filosofía. Al final, los butifarréndums y demás se quedarán en agua de borrajas. Esto es como regar un peñasco. Riega, riega, que el peñasco sigue ahí, impasible. Pasando de todo pero ahí. Al final, o se acaba el agua o te aburres de regar y el peñasco permanece. Pero vayamos con el partido o, mejor dicho, la suspensión del mismo. Esperen que me baje de estas ramas a las que me he subido. 


El calendario futbolero había previsto que para la noche de hoy, con vistas a ser retransmitido acompañado de los comentarios de esa pareja que tantos días de gloria nos da a los madridistas -uno que lleva viviendo en España desde los tiempos en los que Conan era rey de Aquilonia pero habla el castellano como si acabara de llegar, y encima se pone a darnos cursos de inglés, y otro tan culé que no le dejan entrar en el KK Nou por miedo a provocar una sobredosis- el Real Madrid visitara el estadio de Balaídos, a la sazón feudo del equipo del Celta de Vigo. Bien, pues resulta que el temporal que afecta a la península se estaba ensañando especialmente con la esquina noroccidental, motivo por el cual hubo de suspenderse el partido del viernes entre el Deportivo y el Betis. Pero ojo, no es que la que estaba cayendo en Galicia fuera un cruce entre un tornado tejano y un ciclón tropical, sino por que el vetusto estadio de Riazor, que debe datar de la época en la que Gandalf estaba en la guardería de la Tierra Media, no está en condiciones ni de soportar los estornudos de una excursión del Inserso. El daño sufrido por las gradas, que el Ayuntamiento coruñés es incapaz de reformar, junto con la posibilidad de que se produjera un nuevo temporal que pudiera dañar más la estructura, llevó a la decisión de posponer el partido. 

Del reglamento de la LFP, vía @DangM3

Y como la gente no es tonta -al menos en Vigo- a los del Celta el chaparrón en La Coruña les abrió el cielo. Dado que tenían que jugar el partido de vuelta de semifinales de copa frente al Alavés la próxima semana, y con un resultado totalmente abierto -empate a cero en la ida- fíjate tú que bien, oye, si resulta que no juegan la jornada de Liga y así sus chicos se plantan en Vitoria con un buen descanso en el cuerpo, mientras su rival se desgasta. Porque ésta, y no otra, ha sido la causa real de la suspensión del Celta-Real Madrid. Por supuesto que en el estadio del Celta, otra obra de ingeniería española que debería aparecer en el programa de Megaestructuras, también han volado planchas de uralita como si fuera confeti, informando al mundo que este material persiste como techumbre no sólo en las chabolas, sino también en algún estadio de Galicia (qué se pensaban, ¿eh?) pero, a diferencia de lo acontecido en Riazor, no se preveía ni un pequeño chubasco para la hora del partido. 

Vayamos con los hechos. El informe de los técnicos municipales reza lo siguiente:

Naturalmente, nadie quiere que un aficionado, o incluso un futbolista, se vea afectado porque una de esas chapas corroídas salga disparada. Pero es evidente que el Real Madrid no tiene culpa de que el Celta, o el ayuntamiento de la ciudad, no tengan un campo en condiciones para jugar en la primera división de un país desarrollado. La solución habría sido bien sencilla: o se juega en otro estadio, o se da el partido por ganado al Real Madrid, castigándose con la pérdida de los tres puntos al infractor que no ha cumplido con el sagrado deber de tener un estadio mínimamente acondicionado.  

Porque ése, y no otro es el auténtico quid de la cuestión. En el mismo informe presentado por los técnicos municipales leemos:

Es decir, que da igual que los técnicos realicen el apaño y/o chapuza que han anunciado para la próxima semana, la realidad es que mientras no se realicen las obras que garanticen esa "solución definitiva" de la que habla el informe, que "garantice la seguridad de los usuarios de la grada", obras que deberían haberse acometido en diciembre del año pasado pero que no se hicieron, el riesgo que ha llevado al aplazamiento sigue existiendo. Lo correcto, lo coherente, lo que tendría que hacer la LFP capitaneada por el señor Tebas, es prohibir cualquier tipo de partido en ese cochambroso estadio, que ya parecía viejo en el mundial 82. No sólo el de hoy. Pero es que esto no es cuestión de coherencia, es cuestión de hacerle la puñeta al Madrid y beneficiar a otros, quizá porque el Madrid nunca se queja y los otros te van a montar la marimorena hasta cuando no seas responsables de sus imaginarios males y persecuciones.



El principal culpable del daño que ha sufrido el Madrid, y por extensión el Alavés, es el señor Tebas, que es a quien en última instancia correspondía la decisión de que el encuentro se jugara o no. Uno, en su ingenuidad, cree que los organismos como el que preside este señor están para solucionar problemas, no para crearlos. La LFP no hace falta para organizar un campeonato, para eso se bastarían los clubes sólos; su única utilidad es la de resolver los problemas que surjan. "Oiga, que dicen los del Celta que no se puede jugar mañana en su estadio". "Pues que no se juegue". "Pero es que entonces no hay partido". "Pues que no lo haya". ¿Y para esto hay sinvergüenzas que ganan un sueldo? Para eso no hace falta nadie, y menos cobrando. Pero claro, es que estamos a lo que estamos. El Madrid lleva cuatro puntos de ventaja respecto a Far$alona, la niña llorona por excelencia, y el Sevilla, el equipo de los Burri-Burri. Cuatro que pueden ser siete si el Madrid gana el partido aplazado contra el Valencia. Por si fuera poco, el calendario de la segunda vuelta favorece a los madridistas. Ya hemos visitado el KK Nou y el Calderón, al que despedimos de la existencia con un hat-trick de Cristiano. En ambos puntuamos. También hemos pasado por el Sánchez Pizjuán, que es donde tienen su residencia los Burri-Burri, grupo ultra que se dedica a perseguir navaja en mano a los italianos para ensartarlos, pero que al ser descaradamente antimadridistas gozan del favor y la simpatía del periodismo antimadridista garrulo, mayoritario en este país, y donde sufrimos la derrota que acabó con la mayor racha de partidos sin perder que un equipo español -y sí, incluyo al Culolona- ha tenido jamás. A todos ellos hemos de recibirles en el Bernabéu. Un panorama muy propicio para hacerse con el título de Liga. 

Pues ya no. 

Ahora, para compensar, la LFP nos mete un partido más en un calendario más que repleto, e impide que la tabla liguera quede sin la coletilla de "con un partido menos", algo que suena bastante tercermundista. El señor Tebas se cubre de gloria, por no decir otra cosa, porque esta misma tarde aquellos a los que acaba de echar una mano se acordaban de toda su familia, acusándole de manipular los arbitrajes... que en realidad son responsabilidad de Villar, el sultán del balompié español puesto en su trono por los culés. Pero qué tontos y qué tonto al frente de la LFP. Tal para cuál. Y hablando de Villar y su chiringuito federativo: ¿no sería lo suyo que defendieran la no adulteración de su torneo, la Copa del Rey, al no impedir que uno de los contendientes de semifinales afronte el partido con la ventaja de un mayor descanso? Pues no. Éstos, que ya han allanado pista permitiendo que el Far$alona se enfrentara a la Real Sociedad habiendo descansado los vascos cincuenta horas menos, ya tienen programado a uno de los finalistas. Los de siempre. Los de los pitos y los culos al aire cuando suena el himno. Lo que sea del otro les da igual. Total, si sólo va a estar en la final porque alguien tendrá que jugar contra el campeón por decreto. 



En fin, espero que el Madrid actué como sólo puede hacerlo. Esto es, exigiendo que el partido se juegue entre la penúltima y la última jornada. En realidad tampoco tendría que exigir mucho; es que quedan pocas fechas libres. Si todo se desarrolla como debe -con Villar, Gaspar, Sánchez Arminio y Tebas puede pasar cualquier cosa- el Madrí podría llegar a las últimas jornadas con la liga decantada a su favor, excusa más que sobrada para no presentarse a jugar en Balaídos. Que nos quiten los tres puntos, pero estos jetas galaicos se quedan sin la taquilla. Claro que igual para entonces igual  Balaídos ni existe tumbado por alguna brisa primaveral mientras el Ayuntamiento vigués sigue prologando su reparación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario